El Dragón espera a que la Humanidad (ella y él, intuición e intelecto, corazón y razón juntos en un@) se acerque a Él con confianza para... revelarle el Gran Secreto de la temporalidad y la eternidad, de la vida mortal y de la vida eterna. El firmamento, cielo espacial, es un espejo, y en él, a través de los movimientos aparentes de las estrellas, se refleja lo que hay en la tierra, desde el Centro del Planeta Tierra hasta sus movimientos desde el giro de 360º (día de 24 horas) hasta el de bamboleo que realiza cada 26 milenios, 365 veces más que una vida humana moderna. No podemos ver el centro del Planeta, pero sí imaginarlo, o al menos, pensar que el Planeta tiene centro, o sentir que es una Madre y que la Madre tiene corazón, palabra que en inglés es HEART, con cuyas letras se forma EARTH (la Tierra). Igual que no podemos ver físicamente el centro de la Tierra, tampoco podemos ver a esa Nube cósmica (el Ojo de Gato u Ojo de Draco) con ojo humano, pero sí podemos dirigir la vista hacia ese punto en el Cuello del Dragón, que es el centro -reflejo del centro/corazón de la Tierra. ¿Será el centro de la Tierra, el Corazón de la Madre, algo parecido a esa Nube cósmica, a ese Ojo de Dragón, de un Dragón bajo cuyo Signo está la Tierra, la Humanidad (y todo el Sistema Solar)? El secreto del tiempo, la temporalidad, la vida y la muerte, existe para revelarse por sí mismo. Nadie se lo puede revelar a nadie. El Dragón es sabio, aunque se le vea "terrible".
Una curiosidad de las palabras en castellano convertidas en valor numérico al sumar el valor de las letras según su posición en el ABCDario (26 letras, y valor 27 para el acento), es que las palabras "DRAGÓN" y "CRONOS", también "HORARIO" suman lo mismo: 88, siendo "8", además de una cantidad como número, el símbolo del infinito.
Sólo podemos ver a las Pléyades las personas que estamos en el Hemisferio norte de la Madre Tierra, no las que habitamos en el Hemisferio sur, pues las Pléyades están en el Hemisferio norte celeste. Desde nuestro punto de vista único en el Espacio, vemos a las 3 estrellas del Cinturón alineadas hacia las Pléyades. Desde el punto de vista en el que estamos (más allá de la Tierra y de su órbita), aunque vemos las estrellas como puntitos blancos en un papel negro, la estrella más cercana es Saiph (la más abajo de Orión) a 67 años luz, y las demás están a diversas distancias de hasta 1.200 años luz, como Alnilam, la estrella central del Cinturón de Orión. Como si fueran personas que vemos en la calle.
Lógicamente siempre existe una línea imaginaria que une al Planeta Tierra con cualquier otra Forma (planeta, estrella, etc) del Universo (Ser universal). En el caso de la relación de la Madre Tierra con las estrellas, podemos usar cualquier rayo de luz como ligazón, o llegando a tal precisión que liguemos a nuestras pupilas con las estrellas. Para que durante tal relación "eterna" se produzca un momento excepcional -una excepción- es necesario que en la línea que une ambos puntos (en este caso la Tierra y las Pléyades) "se meta" otro punto más, en este caso otra estrella: el Sol. Y no es porque el Sol se desplace.
Teniendo en cuenta a este tercer elemento o maestro de ceremonias, hace medio año (MEDIA ÓRBITA) la Tierra estaba frente al Sol y las Pléyades, y ahora está entre el Sol y las Pléyades. Ahora hemos pasado medio año como si hubiésemos pasado media hora (o medio minuto) . Como vemos en la imagen, la Nave y Madre Tierra ha realizado un desplazamiento semicircular desde el punto "20 de mayo" al punto "20 de noviembre". Ambos puntos forman, con el Sol en medio, una línea que si extendiéramos al firmamento terminaría en otro punto "x" del Espacio, justo debajo de la estrella Alción de las Pléyades. Desde ese punto "x" hasta Alción hay una distancia determinable en años luz teniendo en cuenta que entre el Sol y Alción hay unos 236 años luz.
La situación de las Pléyades en nuestro firmamento tal como lo vemos desde la Tierra tiene su reflejo en la propia superficie de la Tierra, puesto que tanto la geografía de nuestro mundo como la "astrografía" de nuestro firmamento tienen un ecuador natural y un meridiano imaginario de referencia o partida que divide la esfera terretre o celeste en este y oeste. En el caso de la Tierra tal meridiano es el Meridiano de Greenwich (meridiano 0), y en el caso del firmamento es el Punto Vernal (punto del equinoccio de marzo, punto situado en la constelación de Piscis). Si las Pléyades están a 24 grados y 6 minutos (declinación) al norte del Ecuador Celeste, esta coordenada en la Tierra corresponde a un paralelo ligeramente más al norte que el del Trópico de Cáncer, y estando las Pléyades en "3 horas 48 minutos" (ascensión recta) del Punto Vernal, estas mismas coordenadas en la Tierra corresponden a la latitud de Arabia, y prácticamente a su capital, Riyadh. Unos pocos cientos de kms más al oeste de Riyadh, en la misma línea de las Pléyades está la ciudad de Medina, en Arabia ("Medina" significa "ciudad", y se le llama "la Ciudad del Profeta").
El paralelo de la Tierra que corresponde con el paralelo celeste en el que están situadas las Pléyades es el que pasa 3 grados por encima del Tr�pico de C�ncer (o actualmente ya Trópico de Géminis/Tauro). Si las Pléyades estuvieran en el Aire del planeta (la atmósfera de la Tierra) y si nosotros viviéramos a la Sombra de la Madre Tierra (siempre en la noche), más allá de la orilla de la atmósfera como fuentes de luz proyectándose sobre las Pléyades hasta incluso hacer que proyecten sombra, más o menos la sombra de las Pléyades besaría, como si fueran nubes, estas regiones del Planeta que está girando:
Quizá los humanos que vivieran pegados a suelo (no a la Piel de una Madre) se percataran de las Pléyades viéndolas como 7 palomas. Seguramente alguien las viera como ovnis o como satélites artificiales. Esto significa que las personas que habitan en, por ejemplo, Medina y Riyadh (en ese paralelo 24º06' norte) tienen a las Pléyades justo encima de sus coronillas durante el mediodía del 20 de mayo y la medianoche del 20 de noviembre.
Una teoría dice que el Sistema Planetario al que pertenece el Planeta cuya piel pisamos pertenece a su vez al sistema de las Pléyades. Al menos, dos de las estrellas del grupo están a mayor distancia de Alción que el propio Sol.
Aquí vemos una recreación hipotética de las distancias entre las Pléyades incluyendo al Sol y considerando a Alción como centro del sistema. Como vemos, según las distancias calculadas por los astrónomos entre el Sol y las diferentes estrellas de las Pléyades, hay dos que están más lejos de Alción que el propio Sol: Asterope y Celaeno. La estrella más cercana actualmente sería Pleione, aunque la órbita más cercana a la del Sol(Sistema Solar) es la de Asterope, y mirando hacia Alción, la de Electra. Y más abajo puedes ver una escena con las estrellas identificadas por nombre tal como las vemos desde la Tierra.
Dos de las estrellas de las Pléyades se llaman Atlas y Pleione. Son las dos que están al extremo izquierdo del cúmulo. Son nombres heredados de ciertos personajes de un mito griego, un Titán y una Ninfa que tuvieron a las siete Pléyades. Pleione y Pléyades son nombres muy parecidos. El nombre "Pléyades" viene del griego Πλειας (pleias) que significa "muchas".
Hace unos 5000 años, según el movimiento de oscilación del Sistema Solar, el Ecuador Celeste -proyección del Ecuador Terrestre al firmamento- cortaba por las Pléyades. En la siguiente escena puedes verlo. La línea roja horizontal es el Ecuador Celeste proyección del Ecuador de la Tierra. En la primera escena las Pléyades aparecen en el Ecuador Celeste y Orión por debajo del mismo. La línea amarilla es la trayectoria del Sol, o una sección de la órbita de la Tierra, la sección que está frente a la sección que la Tierra está transitando.
Las Pléyades son mencionadas en varias escrituras antiguas entre las que se encuentran el Mahábharata (Libro 13: Anusasana Parva: Sección: LXXXVI) en donde se refieren a ellas como krittikas.
En la Odisea, Canto V (269-277):
"Con aquel dulce viento, Ulises divino desplegó su velamen; sentado rigió con destreza el timón; no bajaba a sus ojos el sueño, velaba a las Pléyades vuelto, al Boyero de ocaso tardío y a la Osa, a que otros dan el nombre del Carro y que gira sin dejar su lugar al acecho de Orión...."
En la Iliada, Canto XVIII (483-489):
"(Hefesto) hizo figurar en él la tierra, el cielo y el mar, el infatigable sol y la luna llena, así como todos los astros que coronan el firmamento: las Pléyades, las Híades y el poderío de Orión, y la Osa, que también denominan con el nombre de Carro, que gira allí mismo y acecha a Orión y que es la única que no participa de los baños en el Océano."
También se hace referencia a las Pléyades tres veces en la Biblia: Job 9:9, Job 38:31 y Amós 5:8.
Libro de Job 9:9: "Él ha creado la Osa y Orión, las Pléyades y la constelación del Sur".
Libro de Job 38:31: "¿Anudas tú los lazos de las Pléyades o desatas las cuerdas de Orión?"
También son mencionadas en el Popol Vuh (libro sagrado de los Mayas) bajo el nombre de MOTZ que significa "montón", significado semejante a "muchas" (pleias).
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